De acuerdo al último informe presentado por Econométrica,
independientemente del ganador de las elecciones realizadas el domingo,
en el corto plazo, la preocupación política seguirá siendo la escasez, dados los problemas de gobernabilidad que enfrentaría el país.
“Dado el ambiente político, las autoridades se preocuparán por evitar
fuentes externas y adicionales de tensión política como el
desabastecimiento. Particularmente preferirán, nuevamente, una mayor devaluación e inflación promedio anual, con tal de contener la escasez”, reseña el texto.
Respecto a las promesas que se anunciaron en la
contienda electoral, el documento revela que esto “podrían traerle
costos a la economía”.
Asimismo, explica que de cumplirse el incremento del salario mínimo del 40% o 45%, “la inflación podría cerrar 10% mayor a la del pronóstico inicial.
Desde el punto de vista de la inflación y el poder de compra de los
salarios, los anuncios que hicieron los candidatos en la campaña en
torno a los aumentos ofrecidos no son buena noticia. La razón es
sencilla: los incrementos del salario mínimo superiores a los de la
productividad, o producto por ocupado, implican necesariamente
incrementos en los costos de producción y, por ende, también en el nivel
general de precios”.
Con respecto a las promesas que se anunciaron en la contienda
electoral, el documento revela que esto “podrían traerle costos a la
economía” ya que “incrementaría el déficit fiscal y la escasez de bienes y moneda extranjera contenida en los últimos meses tras la devaluación del bolívar”.
Por último, Econométrica señala que el cumplimiento de las promesas salariales “ejercerán su efecto sobre el tipo de cambio del mercado paralelo
fundamentalmente hacia mediados y finales de año. Sin embargo, la
situación de ingobernabilidad y la tensión política que vive el país
podría imprimirle volatilidad al tipo de cambio aún en el corto plazo”.
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