Desde este miércoles primero de mayo, Día Internacional del
Trabajador, el sueldo mínimo en Venezuela será de 2.457,02 bolívares,
con miras a llegar en noviembre a bolívares 2.979,75, teniendo en cuenta
la propuesta de aumento anunciada por el presidente de la República,
Nicolás Maduro.
De acuerdo con lo expresado por el mandatario nacional durante la
campaña, el aumento de 20 por ciento comienza desde este primero de
mayo, que dejaría el salario mínimo en 2.457,02; con un aumento de 10
por ciento desde el primero de septiembre, dejaría el salario mínimo en
2.702,72, y otro aumento de cinco o 10 por ciento desde el primero de
noviembre, que llevaría el salario mínimo definitivo por este año a
2.979,75 bolívares.
Esto significa que, de acuerdo con lo conocido, la presidencia del
país ofrece un alza salarial entre 35 y 45%, frente a un incremento de
precios que se proyecta, mínimo, en 40%.
Muchos son los pronunciamientos que sobre el particular se han hecho,
sobre todo teniendo en cuenta que el reto a vencer con este nuevo
incremento del salario mínimo es la inflación.
Otro de los factores que se discuten y que tienen gran repercusión en
el Táchira, es la condición de frontera, con la desmedida o
desproporcionada diferencia cambiaria entre el bolívar, como moneda
nacional, y el peso colombiano, que por razones que algunos califican al
margen de la legalidad, deja en la zona fronteriza con mayor poder
adquisitivo a los vecinos de Norte de Santander, lo que a la postre
encarece los productos de la cesta básica para los habitantes de este
lado de la frontera, generando en muchas ocasiones una escasez que
“alimenta” la inflación, que es en definitiva la “piedra de tranca” del
nuevo salario mínimo que mañana entra en vigencia.
Posiciones nacionales
En los portales nacionales se reseñan posiciones como la de Rodrigo
Penzo, coordinador nacional del Frente Autónomo para la Defensa del
Empleo (Fadess), quien asegura que los trabajadores requieren un ajuste
de al menos 100 por ciento de sus remuneraciones, para recuperar el
poder de compra.
Se afirma en este sentido que la oferta del presidente Nicolás
Maduro, sobre el incremento del salario básico, se presenta sin fuerza,
frente a una inflación que se proyecta mínimo en 40 por ciento para el
cierre de 2013, “la que sería una de las más altas de la historia
venezolana y la mayor del mundo”.
Igual se recoge en los portales la posición de Henkel García,
director de Econométrica, quien asegura que no existe forma de
devolverles el poder de compra a los trabajadores mientras se mantenga
el encarecimiento de productos y servicios.
Se explica que, solo en el primer trimestre de este año, el Índice
Nacional de Precios al Consumidor (Inpc) refleja un incremento de 7,9
por ciento, de acuerdo con el último informe del Banco Central de
Venezuela (BCV).
Rodrigo Penzo insiste en que la masa trabajadora requiere urgente un
aumento completo, de al menos 100 por ciento, en todas las escalas de
sueldos.
El dirigente laboral asegura que los bolsillos de los venezolanos
perdieron poder de compra ante la inflación, que este año aumenta
aceleradamente como consecuencia de dos depreciaciones del bolívar.
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